"La fibrilación auricular es la arritmia cardíaca más frecuente, a su prevalencia se une la gravedad, ya que su presencia aporta un riesgo cinco veces superior de experimentar un accidente cerebrovascular. Los anticoagulantes son eficaces aliados para reducir este riesgo, el necesario control de la anticoagulación se logra si a la facilidad de medir la INR con aparatos portátiles se le añade un protocolo de tratamiento estandarizado, como muestra un estudio realizado en medicina de familia, donde se midió el número de veces que se realizaba el control y el número de visitas en que la INR estaba entre los niveles definidos como deseables. Otra forma de aumentar el control, al menos en determinados grupos de pacientes, es proporcionar un calendario visual, de la dosificación recomendada, según muestra un ensayo clínico aleatorizado publicado hace unos meses en una revista relacionada con el concepto en alza de seguridad del paciente". Per R. Bravo.