"El 80 por ciento de las personas que acuden al médico general con dolor inexplicable padece algún tipo de trastorno depresivo no diagnosticado"
"El estudio epidemiológico DeDo (Depresión y Dolor), presentado en el simposio “Depresión y Atención Primaria: Paradigmas en constante evolución” en el marco del Congreso de la WONCA-WPA, ha confirmado que esta vinculación es más estrecha de lo que pensaban los expertos y que resulta recíproca."
"Un 80,4 por ciento de las personas que acuden al médico de Primaria con un dolor sin origen etiológico concreto, o que presentan una intensidad mayor de la que se podría esperar, presentan signos depresivos no diagnosticados previamente. Ésta es la principal conclusión que se desprende de este estudio la prevalencia fue mayor en mujeres.
El doctor Luis Agüera, coordinador del trabajo, ha señalado que los médicos de Familia deben asumir que “ante un paciente que llega a su consulta quejándose de dolor de origen inespecífico o más intenso de lo que cabría esperar, tienen que hacer una búsqueda proactiva de signos de depresión, y en la mayoría de los casos los encontrarán”. De esta manera, no sólo se conseguirá diagnosticar a muchas personas depresivas que actualmente pasan desapercibidas para el médico general, sino que también se podrá iniciar un tratamiento más eficaz. El doctor también ha comentado que este tipo de personas consumen grandes recursos sanitarios, “ya que acuden con una mayor frecuencia a su médico y reciben múltiples tratamientos que, en la mayoría de los casos, no resuelven el problema”.
Por su parte, el profesor David Goldberg, uno de grandes especialistas en la materia, ha presentado las guías inglesas sobre diagnóstico y manejo de la depresión, especialmente asociada a síntomas físicos, y ha explicado que hay muchas personas que están físicamente enfermas y que también tienen depresión, “pero los doctores se distraen con la enfermedad física y sólo se ocupan de tratar este problema, ignorando que la depresión contribuye a agravar el estado del paciente”.
Los resultados del estudio DeDo son, según el doctor Agüera, “de gran relevancia clínica y sociosanitaria, “no sólo estamos confirmando una sospecha clínica clásica, sino que estamos dando con una de las claves para mejorar el diagnóstico de la depresión en las consultas de Medicina de Familia”. Y es que las personas con depresión y dolor concomitante no suelen recibir un tratamiento adecuado, “mientras que aquellas que acuden a su médico general con síntomas dolorosos y que tienen una depresión no diagnosticada reciben terapias inespecíficas y casi siempre ineficaces, las que van al psiquiatra y son diagnosticadas de una depresión no reciben el tratamiento más idóneo para hacer frente al dolor físico que suelen manifestar”.
En referencia a las posibles terapias, el doctor Agüera ha señalado que en la actualidad existe una "tercera generación de antidepresivos", los fármacos duales, que son eficaces para controlar la depresión, pero también para diversos tipos de dolor como el neuropático diabético o los síntomas físicos dolorosos asociados a la depresión. "
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